Entrada al noviciado del Hno. Mateo – Octubre 2019

ENTRADA AL NOVICIADO DEL HNO. MATEO                     

18 de octubre de 2019 

Hermano Huber: 

Hoy celebramos la fiesta del Apóstol San Lucas en la Iglesia Católica: Además, hoy mismo se inicia el recorrido del  Señor de los Milagros en este mes de octubre. Es importante mirar desde la fe este camino que Dios va trazando en tu itinerario de vida. Hoy cumples un año desde que iniciaste tu postulantado. Por eso, te encomendamos  al Señor de los Milagros y que por intercesión de san Lucas te conceda el don de la perseverancia, de la obediencia y de la humildad.  Por otra parte, hoy recibirás un nombre nuevo, como dice el cántico de Isaías 62,2, “te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor.” Desde hoy te llamaremos Mateo, el evangelista de los sinópticos, cuya fecha en el calendario litúrgico coincide con tu día natalicio. Oremos para que aquel que fue llamado por el Maestro  a seguirlo, te acompañe en tu seguimiento al mismo Dios y Señor. 

Durante este tiempo has podido sopesar las bondades  y también las  dificultades  de la vida en el  monasterio como respuesta  a la llamada que Dios te hace. La Regla de san Benito, el P. Richard como tu maestro de novicios y la comunidad como madre fecunda te han acompañado hasta este momento en que voluntariamente pides ser admitido al noviciado.  

La Regla ha sido leída tres veces durante este año de formación, tres veces que se te ha permitido asimilar lo que san Benito recomienda a sus monjes. En el capítulo 58 que acabamos de escuchar se te muestra la severidad de la acogida del postulante, pareciera casi inadmisible. La dificultad de estar a cuatro o cinco días a la puerta llamando, según lo que nos dice la Regla, se puede mirar  en el  presente como tu perseverante intención para hacer la voluntad de Dios. 

Sí, perseverar es ya una decisión diaria en la que aceptas  voluntariamente hacer la voluntad de Dios bajo una regla y un superior, asimismo, lo que asumes hoy es una decisión que te va a acompañar a lo largo de tu vida, una decisión que, al recordarla, te mantendrá  firme en el momento de la prueba. Recuerda lo que se dice de la actitud del  maestro de novicios. Se habla de “ganar almas” y de esperar en el candidato una ”verdadera búsqueda de Dios.” La Santa Regla habla del sentido profundo de la vida del monje: “Buscar de veras a Dios.” EL “buscar a Dios” del monje incluye en sí la renuncia al mundo y a la propia voluntad con la entrega total a Cristo. A la “búsqueda de Dios” por parte del monje le antecede “la búsqueda de Dios entre la multitud del pueblo” (cf Prólogo). Es el Señor quien busca primero, quien invita, exhorta y llama a la puerta, pero no te obliga. El hombre llamado por Dios responde libremente a la “búsqueda” por parte de Dios mediante la renuncia al mundo y a la propia voluntad con el compromiso de la vida monástica. Así pues, la verdadera “búsqueda de Dios” por parte no consiste en un esfuerzo por conseguir gracias y dones extraordinarios, sino en la total disponibilidad a la “Obra de Dios”, a las implicancias de la vida monástica, a la oración, la obediencia y las cosas humildes.  

Has podido conocer a la comunidad y la comunidad, a su vez, te ha podido conocer un poco más también. La comunidad, en su deseo de discernir  la voluntad de Dios, ha visto en ti un candidato digno de continuar este proceso de formación. Encontramos en ti a una persona que realmente se dedica a la oración, es  decir que eres solícito para la Obra de Dios y para las los trabajos que se te encomiendan. Puedo decir con gusto que tu trato es bueno en la convivencia fraterna. Tienes la característica de ver lo positivo de las cosas y de las personas, visto así en las bromas y momentos de recreación. Todo esto es algo positivo  que te invito a mantener en esta etapa que hoy inicias. Pueden haber también cosas que necesitas trabajar que, como todos nosotros, debes  ver y trabajar con tu maestro, apoyado por la comunidad. Recuerda que el voto de Conversatio Morum lo seguimos actualizando en el día a día. Hay necesidad de convertirse siempre, cambiar de mentalidad según la mente de Dios, de practicar la metanoia, la trasformación de nuestra pensar y sentir para actuar como verdaderos cristianos, pues esa es nuestra última vocación, ser verdaderos cristianos. El monje es alguien quien busca esa perfección cristiana como respuesta a la invitación divina. Por eso, éste es el tiempo propicio de enamorarte de Dios y de su obra en ti. De mirar hacia adentro y  sondear con el Señor para que llegues finalmente a ser uno con Dios.  

Decimos que el noviciado es un tiempo privilegiado, de separación, en la que estudiarás mejor la Regla y lo central a la vida monástica en miras a la profesión. En realidad, toda la formación tiende a preparar a los novicios para la profesión y sus consecuencias. Es decir, inicias un proceso de “prolongada deliberación”  que perdurará para siempre en este compromiso de monje. Dado que la vida monástica es un carisma impartido libremente por el Espíritu, es este mismo espíritu que te irá guiando. Jesús dice: ”El espíritu sopla donde quiere” y porqué no también “cuando quiere”. Es este espíritu que irá te irá acompañando en el plano personal, por medio de una adhesión libre y constante al Espíritu. En esta etapa de tu noviciado necesitas estar atento a la voz del Espíritu para que en todas las cosas sea Dios glorificado.  

P. Alex Echeandía 

Prior del Monasterio