El primer día del año 2014, los fieles de la Parroquia San Lorenzo Mártir de Cruceta, en la Archidiócesis de Piura – Perú, se despidieron del P. José Parkinson Kerr, monje benedictino de la Abadía de Belmont y miembro de la Comunidad del Monasterio de la Encarnación en Pachacámac – Lima, quien entregó diecinueve años de su vida al servicio pastoral de la Iglesia, predicando el nombre de Jesucristo, de palabra y obra, a hora y a deshora. Así, con su retorno a la Casa Madre en Inglaterra, la presencia de los monjes benedictinos al servicio de la Arquidiócesis de Piura llega a su término después de casi treinta y tres años de fiel servicio a la Iglesia y al cálido pueblo piurano, sobre todo en el distrito de Tambogrande y sus alrededores.
En el año 1992 el P. José Parkinson llegó al Perú, después de haber sido profesor de latín y francés en el colegio de la Abadía de Belmont en Inglaterra. Tres años después, junto a P. Pablo Stonham, Superior del Monasterio de la Encarnación, asumió la Parroquia de San Lorenzo Mártir de Cruceta, siendo el P. Pablo Stonham Administrador Parroquial y el P. José Parkinson Vicario Parroquial.
En 1996 el trabajo pastoral de la Parroquia es dividido en tres zonas, asumiendo el P. José Parkinson la tarea de pastorear ocho caseríos, entre ellos Hualtaco I y II, CP3 y CP12, lugares que visitó con frecuencia para las celebraciones litúrgicas. Desde el inicio ejerció con abnegado fervor su ministerio, entregándose al servicio de un pueblo de gente sencilla pero de mucha fe, celebrando con ellos año tras año las misas de sus fiestas patronales y aquellas que le pidieron por el descanso eterno de sus difuntos.
A fines del año 1998 el trabajo pastoral del P. José Parkinson aumentó al asumir el cargo de Administrador Parroquial, quedando como Vicario Parroquial el P. Pablo Stonham. Un año después, habiendo tomado la decisión de que el P. Pablo Stonham asuma la formación del cada vez mayor número de monjes del Monasterio de la Encarnación, toma completamente la conducción de dicha Parroquia. Siempre con mucha labor por hacer, bregó arduamente recorriendo los mil quinientos kilómetros cuadrados del fértil valle de San Lorenzo, asistiendo a su grey constituida por cuarenta caseríos con una población total de casi treinta y cinco mil almas.
En el año 2000 con la elección del P. Pablo Stonham como Abad de la Abadía de Belmont, ve partir hacia la Casa Madre en Inglaterra a su más cercano colaborador. Hasta ese entonces, la actividad pastoral de la Parroquia San Lorenzo Mártir era dirigida desde el Monasterio de la Encarnación ubicado en el Sector 8-4* a unos veinticinco minutos de distancia de la Iglesia de San Lorenzo Mártir en Cruceta que funcionaba como su sede. Para facilitar el trabajo Pastoral del P. José Parkinson se construyó la Casa Parroquial en parte del terreno adyacente a la Iglesia de San Lorenzo, la obra fue celosamente dirigida por el Hno. Mario Sosa. Concluida la obra el 31 de diciembre del 2001 el P. José Parkinson toma residencia permanente en la Casa Parroquial para beneficio de sus fieles.
Desde su sede en Cruceta el P. José Parkinson trabajó sin cesar junto a las Hermanas Dominicas Misioneras de San Sixto y su secretario y coordinador el Sr. Santos Ramírez Vílchez. Este grupo de colaboradores aligeró un poco la ardua labor que tenía, visitando mes a mes cada uno de los cuarenta caseríos de su jurisdicción, dedicándoles todo su tiempo y energía, siempre empeñoso y con un espíritu misionero inquebrantable.
Finalizando el año 2013 la fecunda labor del P. José Parkinson Kerr llegó a su fin para retornar a la Abadía de Belmont. Con su partida termina la presencia de los monjes benedictinos en tierra piurana quedando en el recuerdo, junto a su nombre, el de otros monjes como el de los Padres Pablo Stonham, Lucas Waring y David Bird, pioneros que llegaron por primera a esta tierra del norte del Perú para predicar el Evangelio un lejano 06 de agosto de 1981, enviados por el entonces Abad Jerónimo Hodkinson, principal impulsor de esta presencia benedictina. En el recuerdo también quedan el apoyo incansable de los Abades Alan Rees, Marcos Jabale y Pablo Stonham que favorecieron esta actividad misionera; como el aporte brindado por otros monjes benedictinos, entre ellos los padres Simon Mc Gurk y Luis Rodriguez.
La Comunidad de monjes benedictinos del Monasterio de la Encarnación de Pachacámac en Lima, junto al pueblo piurano, aprecia y valora con gratitud y alegría el trabajo realizado por los monjes benedictinos ingleses y hoy en especial por el del P. José Parkinson Kerr que ha sabido dar, como sus predecesores, lo mejor de sí por un pueblo con hambre y sed de Dios. “Muchas gracias, Padre José.”
“Que en todo sea Dios glorificado” REGLA DE SAN BENITO CAP. 57
*La Comunidad del Monasterio de la Encarnación se trasladó en agosto del 2006 al Sector Tomina en el Valle de Lurín del Distrito de Pachacámac en Lima –Perú.